VEAMOS QUÉ ES ESO DEL EL AÑO LITÚRGICO

El año litúrgico explicado por el dibujante Fano

La Iglesia ordena el año por semanas y tiempos, no por meses, en función de la Navidad y la Pascua

La Iglesia, desde hace muchos siglos ha estructurado el año de manera que a los fieles les sea más fácil vivir la fe. Todo está en función de celebrar en días determinados a lo largo del año la Salvación, destacando los domingos y la Pascua, siendo esta la fiesta más importante del año. Además, durante el año, se recuerda todo lo relacionado con Jesús y la Iglesia, de manera que los fieles puedan recordarlo y, desde su fe, vivirlo.

El año litúrgico, al querer recordar la vida de Jesús, comienza por lo lógico: su nacimiento. Pero esta fiesta, la Navidad, merece ser preparada, igual que vosotros preparáis con cuidado vuestro cumpleaños o cualquier fiesta especial que se haga en casa. Así, la Iglesia dedica los cuatros domingos anteriores al día de Navidad a preparar esta fiesta. Este tiempo se llama Adviento, y el primer domingo de Adviento es el primer día del año litúrgico. Su color es el morado, porque estamos preparando algo y también se nos pide reflexionar.

Después dedicamos unas semanas a celebrar el nacimiento de Jesús, en lo que llamamos el tiempo de Navidad, que acaba con la fiesta de la Epifanía, que seguro que os suena más si os digo que es la llegada de los Reyes Magos el 6 de Enero. Su color es el blanco, porque estamos de fiesta y es tiempo de paz.

Cuando ha pasado el tiempo de Navidad, de fiesta, llega el tiempo ordinario, que no quiere decir vulgar, sino "normal", en el que no estamos preparando una fiesta determinada, sino simplemente esperando la llegada de Jesús. Su color es el verde, por esta esperanza.

Entonces, cuarenta días antes del Domingo de Ramos tenemos el Miércoles de Ceniza, con el que se marca el inicio de la Cuaresma, tiempo de preparación de la fiesta más importante que tenemos los cristianos: La Pascua, en la que se funda toda nuestra fe, esperanza y caridad. Su color es el morado, como en Adviento, porque estamos preparando una fiesta y, más aún que en Adviento, se nos pide reflexionar y revisar nuestra vida, no para castigarnos, sino para ver qué nos impide ser felices e intentar remediarlo.

Desde el Domingo de Pascua hasta la fiesta de Pentecostés pasan cincuenta días, y todos ellos son del llamado Tiempo Pascual, en el que los cristianos recuerdan la Resurrección de Jesús. Es el tiempo más largo e importante del año litúrgico. Durante todo este tiempo el color es el blanco, porque estamos de fiesta y es tiempo de paz.

Después del tiempo Pascual volvemos al tiempo ordinario, como antes de Cuaresma, pero siguiendo contando semanas, no repitiendo las anteriores. Otra vez el color será el verde, y termina con la fiesta de Cristo Rey, último domingo del año litúrgico. El siguiente domingo después de Cristo Rey ya es el primer domingo de Adviento, con lo que volvemos a comenzar el año litúrgico.

Destaca que, a lo largo del año, la figura de María también se recuerda en diversas ocasiones, pues para los cristianos es una figura muy importante no solo por ser la madre de Jesús, sino porque estuvo con los primeros cristianos y consideran que también es madre de toda la humanidad, además del mejor ejemplo a seguir.

Hay otras fiestas importantes, como la Santísima Trinidad o la Ascensión, pero no marcan un tiempo determinado. Otro día explico por qué unas fiestas siempre caen en la misma fecha y otras se mueven en el calendario de un año para otro.

¡Un saludo!