LAS PREGUNTAS RADICALES DEL HOMBRE

Estamos viendo en estas primeras semanas el hecho religioso en sí mismo, esto es, que el hombre es el único ser que se hace tres preguntas radicales, en el sentido que afectan a lo más profundo de su ser. Veamos cada una de ellas y su origen.

¿DE DÓNDE VENIMOS?

El ser humano es, en principio, el único ser que se da cuenta de su propia existencia, es decir, que se da cuenta de que existe. Es más, es el único ser que se da cuenta de que no ha existido siempre, que no es eterno, que tiene un punto de inicio (el nacimiento), y que llega a un mundo que él no ha creado, ni sostiene ni domina totalmente.

Entonces, la pregunta es lógica: ¿cuál es el origen de la naturaleza, de todas las cosas?¿Quién ha puesto las estrellas, el sol y la luna en el cielo?¿Quién ha moldeado las montañas?¿Qué había antes de que llegaran los hombres?

En definitiva, de dónde venimos.

¿A DÓNDE VAMOS?

De la misma manera que el ser humano constata que no ha existido siempre, se da cuenta de que tiene un final: la muerte. Se dice que lo único seguro es la muerte, por macabro que suene. No sabemos cuándo, ni dónde, ni como, pero lo que sí sabemos seguro es que llegará un momento en que dejaremos de vivir. ¿Y después?¿Hay otro mundo después de este?¿La muerte es el final de todo?

En definitiva, a dónde vamos.

¿POR QUÉ EXISTIMOS?

Ante estas dos preguntas, al constatar el hombre que es contingente, que no es necesaria su presencia y/o existencia para que el mundo siga su camino, cuando está seguro que hay un punto y final seguro a toda una vida, el hombre necesita algo más que sobrevivir para sentir que vale la pena levantarse cada día. De hecho, somos el único ser de la Creación que necesita darle sentido a la vida, hallar un motivo que va más allá de conseguir comida o cobijo para si mismo. 

En otras palabras, por qué existimos.

Estas son las preguntas radicales del ser humano, las que se ha hecho desde que comenzó a tener uso de razón. Las respuestas que se han dado a estas tres respuestas son tantas como culturas y épocas han existido y existen, desde las que lo remiten todo a Dios hasta las que afirman que no hay nada antes, ahora ni después. A cada uno corresponde buscar respuesta a estas preguntas que, seguro, en alguna ocasión nos hacemos.